Gaviotas en el Punto Limpio Espartinas. Clara Fajardo.
Gaviotas en el Punto Limpio Espartinas. Clara Fajardo.




La presencia de gaviotas en un lugar indica dos realidades; o bien estamos cerca del mar, o de mucha basura. En el caso del Aljarafe, la primera opción es imposible, así que, por desgracia, se impone la segunda. 

El Punto «Limpio» de Espartinas «está desbordado», así lo asegura uno de sus trabajadores para AljarafeDigital y las imágenes hablan por sí mismas. El entorno de las instalaciones son el preludio de un desastre medioambiental. 

Las bolsas de plástico que sobrevuelan los campos del entorno se confunden con garcillas y gaviotas buscando alimento. Literalmente, aquello rebosa residuos de toda clase, mientras los micro plásticos van calando en las aguas freáticas de un paisaje olivarero único en el Aljarafe.

Además, el Punto «Limpio» de Espartinas no es solo una ubicación donde depositar residuos de distinta categoría, sino que es un centro de transferencia (CTR), el cual, de acuerdo con la definición de la Ley 10/1998 se trata de una instalación «en la que se descargan y almacenan los residuos para poder posteriormente transportarlos a otro lugar para su valoración o eliminación, con o sin agrupamiento previo». 

[Vertederos ilegales en Valencina, el resultado de la inoperancia administrativa]

Esto explica el hedor que emana de la nave con la que cuenta este establecimiento y la masificación de gaviotas que entran y salen a sus anchas, como los camiones repletos de basura común o clasificada. 

En cualquier caso, nada justifica el mal estado del emplazamiento, ni la dejadez administrativa que denota. Ruperto García y sus compañeros Dun Dun, grupo de senderismo dedicado a la recogida voluntaria de basura presente en el Aljarafe, no dan crédito cuando llegan al Punto Limpio de Espartinas con tres sacos de restos de todo tipo obtenidos solo en su ruta mañanera. 




El encargado del Punto «Limpio» les pide que dejen dichos sacos en la entrada porque no se puede acceder sin ropa reflectante, advertencia que aparece claramente en el cartel de acceso al lugar, pero la sensación con la que se queda Ruperto es que, visto el panorama que les rodea, esa recolección de basura no servirá para nada en un mar desordenado y saturado de residuos. 

Solo 9 Puntos «Limpios» para 300.000 habitantes

Fuentes de la Mancomunidad del Guadalquivir, empresa encargada de la gestión de los residuos en los 29 municipios que forman el Aljarafe, aseguran que es «imposible» ofrecer un servicio al ciudadano de calidad con solo 9 Puntos «Limpios» para 300.000 personas. 

En concreto, estas fuentes sostienen que, en principio, el Punto «Limpio» de Espartinas estaba diseñado para la población de Espartinas, Bormujos y Gines, sin embargo, el cierre del de Castilleja de la Cuesta y el crecimiento exponencial de la población del Aljarafe han sobrepasado las expectativas del establecimiento. 




A todo ello, habría que sumar que es de los pocos Puntos «Limpios» que abren en domingo, por lo que «la atracción de gente es mayor». Para el grupo de Dun Dun, aunque sea cierto que el Aljarafe necesita mayores infraestructuras en este terreno, «no es excusa para que Espartinas sufra el fracaso y la inoperancia de las diversas administraciones implicadas» y hace hincapié en que siempre, en sus marchas por la localidad, acaban con una notable recogida de basura esparcida por senderos verdes y parajes naturales únicos. 

Es más, entre los 9 Puntos «Limpios» que funcionan en el Aljarafe, Dun Dun destaca el de Olivares como ejemplo a seguir por el resto por su orden y limpieza, «se puede comer en el suelo, si se quiere», bromea Ruperto comparándolo con el de Espartinas.

Desde AljarafeDigital preguntamos si es posible la mejora y ampliación de este lugar y la contestación, hasta el momento, es que «se está en ello, teniendo en cuenta que, por la proximidad del arroyo del río Pudio, es una obra complicada»




Respuestas insuficientes que no explican la desidia política y de gestión que ha convertido el Punto «Limpio» de Espartinas en un sitio indeseable que escupe la voluntad ciudadana de aportar un granito de arena en el cuidado de nuestro planeta. 

Además, quien firma este reportaje, en varias ocasiones, se ha mostrado colaboradora con la Mancomunidad del Guadalquivir geolocalizando la acumulación de residuos que existen por la zona vía la red social Instagram, pero de nada ha servido, a lo que habría que sumar que, pese a la invitación de colaboración, por parte de la gerencia de la Mancomunidad, desde hace meses, los teléfonos nos responden. Ha llegado el momento de decir «¡Basta!».

Un reportaje de Clara Fajardo.

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