Las madres y padres del colegio Pío XII de Carrión de los Céspedes atienden perplejos al debate sobre la vuelta al cole y los protocolos anticovid-19. Mientras que desde Javier Imbroda a Isabel Celaa, responsables andaluz y estatal de educación, insisten en la distancia de seguridad, la Junta de Andalucía anunciaba al Pío XII que eliminaría dos aulas prefabricadas de su centro escolar, disminuyendo notablemente el espacio para impartir docencia.
Fue el pasado mes de julio cuando el AMPA López Pinillos conoció esta intención de la Delegación de Educación y desde entonces solicitan una cita con el Servicio de Planificación y Escolarización que aún no se ha producido. «Con la mayor urgencia redactamos y enviamos un escrito a la Delegación de Educación», explican desde las familias que «no han sido recibidas ni escuchadas por la administración» pese a que hay «unanimidad» entre ellas.
La retirada de estas dos aulas prefabricadas, conocidas popularmente como caracaolas, está prevista para el lunes y martes de esta semana, por ello, las familia se concentraron con total urgencia frente al colegio para pedir una solución inmediata.
La distancia interpersonal de 1,5 metros y las ratios de menos de 20 alumnos por aulas son unas exigencias que podía cumplirse en la mayoría de las unidades del Pío XII de Carrión de los Céspedes, que no sufría situaciones de gran masificación como otros municipios aljarafeños, de ahí la «perplejidad» de las familias que ven cómo esta decisión ha agravado y generado un problema en el sentido contrario al principal objetivo de la comunidad educativa para estos meses.
Agrava un problema para paliar otro, estas aulas viajarán a otro centro escolar público en un perfecto juego de suma cero: «Somos conscientes de que la mayoría de centros públicos presentan limitaciones de espacio pero no se puede solucionar o poner parches a los problemas que presentan algunos centros dejando al descubierto necesidades en el nuestro«, explican las familias en un comunicado.
La AMPA cuenta con el apoyo de los ayuntamientos de Carrión de los Céspedes y de Castilleja del Campo, municipio limítrofe. Las familias les reconocen que han gestionado distintas vías para evitar que retiren las caracolas. «Si finalmente nuestros esfuerzos no dieran el fruto esperado, convocamos a las familias a acudir al centro el día que viniesen a retirar las caracolas«, advierten desde el AMPA.