Noelia Vega, una joven de Benacazón con síndrome de Down, podrá cumplir su deseo de ser madrina de bautismo de un familiar después de que el Arzobispado de Sevilla haya autorizado finalmente su participación en la ceremonia. La decisión llega tras varios días de polémica, después de que el párroco de la localidad le negara el permiso, alegando que «no era apta» para asumir el papel.
La negativa generó una ola de indignación entre los vecinos del municipio, que impulsaron una campaña de apoyo con más de 3000 firmas reclamando al Arzobispado que revisara la decisión. Las rúbricas fueron entregadas la semana pasada en el Palacio Arzobispal, y este lunes la familia ha recibido la confirmación: Noelia será madrina el próximo 31 de enero, en la propia parroquia de Benacazón, en una ceremonia que estará presidida por otro sacerdote distinto al párroco actual.
Un gesto que simboliza inclusión y respeto
El padre de la joven, Gori Vega, ha comunicado la noticia a través de un mensaje en redes sociales en nombre de la familia. «Tras todo lo vivido, Noelia será finalmente madrina de bautizo. La ceremonia se celebrará, como debía ser, en nuestra querida parroquia de Benacazón», ha expresado.
En el mismo comunicado, Vega ha destacado que este desenlace «no sólo supone una alegría inmensa para nuestra familia, sino una victoria para la inclusión, el respeto y la dignidad de las personas con discapacidad. Porque la fe no se mide en capacidades, sino en el corazón, la entrega y el amor que cada persona pone en lo que hace».
La familia ha querido agradecer el apoyo recibido por parte de vecinos y personas anónimas: «Gracias a cada firma, a cada mensaje, a cada muestra de cariño, y a todos los que han hecho posible que la voz de Noelia —y la de tantas otras personas— haya sido escuchada».
«Hoy celebramos más que un bautizo: celebramos la fuerza de la unión, la justicia y la fe vivida desde el amor», concluye el comunicado familiar.
Polémica en la parroquia
El caso ha tenido amplia repercusión, llegando incluso a medios nacionales. Vecinos de Benacazón han denunciado que no es la primera vez que surgen discrepancias con el párroco, José Antonio Morón, por su negativa a permitir la participación de algunos feligreses en determinados sacramentos. Estas tensiones, aseguran, han llevado a varias familias a desplazarse a otros municipios para celebrar bautizos, confirmaciones o bodas.
