La Comunidad de Propietarios «Aires del Aljarafe» (Fase I), situada junto al Hospital San Juan de Dios en Bormujos, ha iniciado un procedimiento legal para exigir a la promotora Grupo Q la reparación de los numerosos desperfectos existentes en las zonas comunes del residencial. La acción se lleva a cabo a través del despacho Abogados Zurbarán, después de que la promotora haya abandonado —de forma repentina— los trabajos de corrección de defectos tanto colectivos como particulares, según denuncia la comunidad.
Las viviendas fueron entregadas en diciembre de 2024 y, desde entonces, los propietarios han comunicado repetidamente diversas deficiencias constructivas que comprometen la seguridad, el uso adecuado y el normal disfrute de los espacios comunes. Pese a ello, la promotora no solo no ha atendido las reclamaciones, sino que ha centrado sus esfuerzos en levantar las fases posteriores del proyecto, dejando la Fase I incompleta y deteriorada. Para la comunidad, este abandono constituye una represalia frente a sus legítimas demandas.
Una piscina sin terminar y fachadas que no coinciden con lo contratado
Entre los problemas más graves se encuentra la piscina comunitaria, que continúa cerrada y sin finalizar casi un año después de la entrega de las viviendas. Grupo Q ha pospuesto la apertura de estas instalaciones en varias ocasiones sin consultar previamente a los vecinos, y actualmente proyecta su conclusión para la primavera de 2026. Sin embargo, tras la marcha de los técnicos responsables, los residentes dudan de que este compromiso vaya a cumplirse.
La comunidad también denuncia que las fachadas ejecutadas no corresponden ni en calidad ni en estética con el dossier comercial que la promotora presentó a los compradores. Por ello, exigen su adecuación al diseño ofertado y contratado, poniendo de manifiesto un incumplimiento que afecta directamente a la imagen y valor patrimonial del conjunto residencial.
Una situación que afecta al bienestar y al valor de las viviendas
La Comunidad «Aires del Aljarafe» subraya que la falta de respuesta y el abandono de los trabajos por parte de Grupo Q están causando un grave perjuicio a las familias residentes. Confía en que el procedimiento legal iniciado permita alcanzar una solución efectiva que garantice tanto el bienestar de los vecinos como el cumplimiento de las obligaciones contractuales de la promotora, responsabilidades que consideran «ineludibles».