Los vecinos de Coca de la Piñera, Carambolo y La Pañoleta de Camas han protestado hoy en una marcha iniciada desde sus respectivos barrios hasta la rotonda de los Toreros por el cierre de sus tres ambulatorios.
Los vecinos se quejan de verse obligados a desplazarse hasta el centro de salud del centro de Camas que actualmente «se encuentra colapsado» por tener que atender a 45.000 habitantes de los municipios de Santiponce, Valencina, Castilleja de Guzmán y a los cameros.
Las asociaciones de vecinos de los tres barrios han sido los convocantes de las marchas a las que se han sumado el gobierno municipal y todos los grupos políticos de la corporación excepto PP y Ciudadanos.
Hasta allí se ha trasladado el alcalde de la localidad, Rafael Recio, que en declaraciones a Aljarafe Digital asegura no haber recibido explicaciones de la Junta de Andalucía ante estos cierres: «La primera respuesta fue que se trataba de la decisión del mando único, pero a partir de ahí pese a reuniones y escritos, no nos han dado ninguna respuesta clara».
Ya son siete meses sin ambulatorios y los vecinos se quejan de la ausencia de soluciones: «los bares abiertos y los consultorios cerrados».
Los motivos que la Consejería de Salud y Familias trasladó a los medios de comunicación cuando se anunció la prórroga de cierre tras la desescalada era que la estrechez de los centros impedían «la doble circulación» de los pacientes. Se pretende garantizar «las distancias de seguridad entre consultas» y en el caso que estas no sean posible por los espacios reducidos, «se derivan a aquellos centros» donde sí se puedan cumplir estas especificaciones, aseguraban.
Sin embargo, Javier Sauer, portavoz de la Asociación de Vecinos de Coca de la Piñera asegura que esas condiciones tampoco la cumple en centro de salud de Camas centro, por lo que dice no entender los criterios para mantener cerrados los ambulatorios: «Hay más riesgo de contagio en los autobuses y cuando esperas con 50 personas en el centro de salud que si se atendiera en el ambulatorio», asegura Sauer.
Desde las asociaciones de vecinos y las plataformas de defensa de la sanidad pública temen que los ambulatorios no vuelvan a abrir y que suponga un «desmantelamiento» de la atención primaria en los barrios periféricos de Camas.