La Asociación de Defensores del Territorio del Aljarafe durante una de sus rutas para visitar el Riopudio.
La Asociación de Defensores del Territorio del Aljarafe durante una de sus rutas para visitar el Riopudio.

El Riopudio es un arroyo que recorre el Aljarafe como una arteria y desde el año 2006 hay un grupo de vecinos y vecinas de la comarca que están empeñados en que la naturaleza vuelva a su cauce. Ellos son la Asociación en Defensa del Territorio del Aljarafe (ADTA) y lograron que la Conferencia Hidrográfica del Guadalquivir apostara por su renaturalización.

Recorre los municipios de Olivares, Salteras, Espartinas, Bormujos, Bollullos, Almensilla, Palomares y Coria del Río y abarca más de 120 hectáreas. Y lo que antes era una ruta fundamental para el ganado trashumante, hoy baña olivares, sirve de pulmón ambiental y es espacio de ocio natural para los vecinos de la zona.

Reportaje de Espacio Protegido de Canal Sur sobre la renaturalización del Riopudio

ADTA ha cumplido más de dos décadas de existencia y hablamos con ellos para hacer un repaso a su trayectoria y un vistazo a los retos del futuro a través de su presidente Juan Antonio Morales.

Son 21 años de actividad, ¿cuáles son las mejores experiencias con las que os quedáis durante esta trayectoria? 

La mejor experiencia ha sido aprender en entornos altruistas (ciudadanía, redes locales, no quedarse en el cabreo personal, contactos…) y haber sido capaces de mostrar a la gente como puede luchar para mejorar su entorno urbano y territorial, ya que nadie lo va a hacer por ellos. En ese sentido nuestros mayores logros han sido las propuestas que se han materializado en el Parque del Riopudio y en la previsión de Parque Cultural del Aljarafe, y los logros de la gente a las que hemos ayudado: la lucha por el dolmen Montelirio, la preservación del Cordel del Patrocinio, el freno de los proyectos de PGOU de los años 2004-2007 de Valencina, Castilleja de Guzmán, San Juan, Palomares, Almensilla, y otros, el freno del proyecto de Autovía A-8077 a través del campo dolménico, la desestimada autovía del Zaudín, la pasarela sobre la SE-30, la anulación del PGOU de Bormujos, etc 

Habéis sido muy críticos con los decretos de desregulación urbanística en enclaves rústicos de la Junta, ¿en qué puede afectar al Aljarafe? 

Vienen a dificultar la preservación y buen uso de valores existentes en esta peculiar comarca (bienes y servicios ecosistémicos, paisajes, agroecología, gobernanza local…). Los Decretos 2/2020, 12/2020, 15/2020 y el proyecto de nueva ley urbanística nos devuelve a la ley de suelo de 1956, un retroceso histórico a un urbanismo desordenado, entregado a la especulación y a la corrupción. Todo lo contrario a lo que la sociedad necesita para hacer frente a las amenazas: crisis climática, desertificación, pérdida de suelo, biodiversidad, paisajes, y la escasa resiliencia de nuestros territorios. 

¿Qué otros retos, objetivos o reivindicaciones estáis trabajando estos últimos meses y años? 

El reto es seguir empoderando a la gente para que pueda luchar para mejorar su entorno urbano y territorial, ya que, repetimos, nadie lo va a hacer por ellos. En cuanto a objetivos más concretos conseguir una gestión planificada, cooperativa e innovadora en el parque metropolitano Riopudio, impulsar la elaboración de planes de ordenación urbanística orientados hacia la sostenibilidad, la equidad y la justicia, poner en marcha la creación de un Parque Cultural del Aljarafe norte, fomentar vías facilitadoras de la participación ciudadana en la planificación y gestión del territorio en que vivimos, convencer a los Ayuntamientos de la importancia de abordar a nivel local y metropolitano tres grandes retos: la crisis climática, la pérdida de suelo, biodiversidad, paisajes y la escasa resiliencia de nuestros territorios. 

¿Qué ha cambiado en el Aljarafe en estos últimos 21 años? ¿Cómo ha afectado el crecimiento poblacional? 

Las cicatrices del urbanismo salvaje son muchas (urbanizaciones fantasmas, conurbaciones, pérdida de suelo fértil, huella hídrica…). El tipo de movilidad-accesibilidad es costoso y poco eficiente. Las señas de identidad comarcal se han diluido y el conocimiento del territorio por los habitantes es menor. 

¿Cómo es vuestra relación con las distintas instituciones: Diputación, Junta y Ayuntamientos? 

Nuestra relación con las administraciones siempre ha sido distante. Aunque participamos en todos los encuentros a los que se nos invita. Seguimos encontrando poca receptividad (a veces animadversión) hacia algo que sienten como fuera de los mecanismos de reparto de poderes a que están amoldados. Las excepciones suelen depender más de factores personales que políticos o institucionales. 

¿Habéis notado una mayor sensibilidad en el Aljarafe respecto al medioambiente gracias a la lucha ecologista y contra el cambio climático? 

Sentimos que hay más sensibilidad y preocupación pero encontramos que eso se traduce poco en implicación y actividad. 

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