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Una fiesta en una habitación de hotel y de madrugada, infringiendo las restricciones anti-covid y con sustancias estupefacientes. Esta es la escena que presenció la Policía Local activada por el aviso de la propia empresa hotelera.

En el interior había un total de 16 personas que fueron denunciadas, como así ha podido saber AljarafeDigital, por incumplir la normativa vigente y por tener posesión de sustancias ilegales. Además, también fueron incautados dos cuchillos.




Las personas denunciadas no llevaban mascarillas ni respetaban, en el momento de ser sorprendidos, la distancia de seguridad obligatoria.

Las fuentes consultadas por este diario prefieren no desvelar el hotel en cuestión, pues no fue responsable de tales hechos sino que fue, además, colaborativa con los agentes para poder parar la fiesta en cuestión.




Estas mismas fuentes explican que este tipo de reservas y alquileres en hoteles y apartamentos turísticos son comunes en la provincia de Sevilla para celebrar fiestas ilegales contraviniendo las restricciones anti-covid.

La Policía Local denunció asimismo a varias personas por las concentraciones ilegales consumiendo alcohol en la vía pública. En total, los denunciados en el marco de la actuación ascienden a más de 50 personas.

Además, según ha comunicado la Plataforma de Policías Locales de Bormujos 2.0, una vía de comunicación no oficial del cuerpo, la Guardia Civil desalojó otra vivienda con 12 personas en su interior durante este fin de semana.




El alcalde de Bormujos, Francisco Miguel Molina Haro, ha señalado que no es la primera vez que la policía actúa contra fiestas de carácter ilegal en establecimientos hosteleros o privados. Molina Haro ha condenado la «falta de concienciación» de los identificados, que «nos ponen en riesgo a todos, denotando una absoluta falta de respeto hacia la vida de los demás».

Declaraciones del alcalde de Bormujos sobre la fiesta ilegal del pasado fin de semana.

Molina Haro ha agradecido la labor policial y la colaboración ciudadana, así como a los propios hosteleros por alertar de una situación «deplorable y sancionable».

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