Enfermeros del Hospital San Juan de Dios de Bormujos
Enfermeros del Hospital San Juan de Dios de Bormujos

La subcomisión de heridas del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe, ha editado un decálogo con recomendaciones para el cuidado de heridas con el objetivo de evitar el riesgo de infección. En verano, la presencia de agentes externos, así como una mayor radiación UV, pueden interferir de forma negativa en el proceso de cicatrización y contaminar la zona por lo que este grupo de enfermeras ha querido insistir en estos consejos.

Mientras la herida esté en proceso de curación es importante mantenerla cubierta y seguir las indicaciones de la enfermera o el médico que tengamos asignados. «Podemos contaminar la herida si la exponemos sin terminar el proceso de curación. Son bastantes las bacterias y microorganismos que se encuentran en el entorno, por tanto, debemos de mantener la herida en las mejores condiciones de asepsia para favorecer su correcta cicatrización», explica Sara Valdueza, coordinadora de Enfermería del centro.




Una de las cuestiones más complicadas en la temporada de verano es mantener la zona de la herida completamente seca, por lo que se deben evitar los baños en playas y piscinas. La contaminación del agua puede provocar la infección de la herida y por tanto, retrasar todo el proceso de curación.

Además, la continua exposición a la humedad, retrasa la fase proliferativa del tejido y la regeneración del tejido de granulación. En el caso de las piscinas, si bien el agua clorada puede actuar como desinfectante, en función de la concentración, la lejía puede resultar abrasiva y desencadenar procesos de dermatitis y destrucción de tejido de granulación en heridas, según indica este decálogo.

Con respecto a la exposición solar, debemos tener en cuenta que puede generar irritación en la piel y que las cicatrices recientes son muy sensibles a la radiación ultravioleta, por lo que pueden quemarse con facilidad. La combinación de la inflamación en el tejido que se está generando y la exposición solar, puede provocar hiperpigmentación postinflamatoria, lo que hace que la cicatriz y el resto de la piel que la rodea se oscurezca.




Este grupo de profesionales también recomienda evitar el contacto con animales y no manipular la herida de forma constante, o realizar una correcta higiene de manos antes de hacerlo.

Asepsia y nutrición, claves para el cuidado de las heridas

Pero sin duda, los puntos claves del decálogo editado por este grupo de enfermeras son los relativos a la limpieza de la herida y la importancia de la nutrición, en los procesos de regeneración de tejidos y piel.

«La limpieza de la herida debe de realizarse con suero fisiológico a temperatura ambiente o con agua y jabón neutro. Con respecto a la alimentación es recomendable mejorar nuestra dieta. La malnutrición puede aumentar la fase inflamatoria de la lesión además de comprometer nuestro sistema inmune para combatir infecciones», explica Sara Valdueza.

Deja un comentario