Le arrebató el bolso con un cuchillo de noche mientras volvía a su casa. Imagen de Shutterstock.
Le arrebató el bolso con un cuchillo de noche mientras volvía a su casa. Imagen de Shutterstock.

La Fiscalía pide seis años de prisión para un delincuente por asaltar con un cuchillo a una joven mujer de Bormujos en agosto de 2020. El procesado niega los hechos pero la mujer lo identificó en una rueda de reconocimiento «sin ninguna duda» porque, como ella asegura, su cara no se le olvidaría «en la vida».

Tras el juicio, que ha quedado visto para sentencia en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla, la fiscal ratificó sus conclusiones provisionales y solicitó prisión para J.S.R. por un delito de robo con violencia e intimidación con la agravante de reincidencia, ya que en su historial figuran cuatro sentencias firmes en su contra, así como el pago de una multa de 240 euros por otro delito de lesiones, según informaron fuentes judiciales a EFE.

Los hechos, según relata el Ministerio Público, ocurrieron en la noche del 28 de agosto de 2020 cuando la mujer, tras bajarse del autobús y de camino a su casa, vio cómo el procesado la seguía y, después de preguntarle por dónde se iba al hospital San Juan de Dios, la asaltó mientras abría su portal.

En ese momento «le colocó un cuchillo en el cuello», le exigió que le entregase el dinero y la tiró al suelo, de modo que se apoderó de su bolso, en el que había un móvil, documentación personal y 430 euros que había sacado del banco «para pagar el alquiler«, según contó la víctima al tribunal.




El acusado negó los hechos y aseguró que ese día estuvo en San Juan de Aznalfarache y después fue a una discoteca abandonada de Tomares, donde llevaba durmiendo «varios meses«.

Allí, según su narración, fue interceptado por dos policías locales de Bormujos, que lo llevaron «a un callejón» y, sin su permiso, le hicieron una fotografía «que enseñaron a no sé quién».

«Me están metiendo una cosa que es muy fuerte«, lamentó J.S.R., quien llegó a interrumpir la declaración del primer policía y le dijo que estaba «mintiendo», algo que mantuvo cuando ejerció su derecho a la última palabra.




La víctima, por su parte, refirió que vio al acusado «demasiado cerca» de ella mientras caminaba hacia su domicilio, aunque tras la consulta sobre el hospital «siguió muy para adelante».

Los agentes, que declararon como testigos, coincidieron en que no interceptaron a J.S.R. fuera del término de Bormujos sino cerca del límite con Castilleja de la Cuesta, y afirmaron que el procesado, que «colaboró» y los acompañó a la comisaría «sin resistencia«, autorizó que le hiciesen la foto en un callejón «para preservar su intimidad».

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