Tres alumnos de Educación Secundaria de Bormujos, dos de ellos de 15 años y uno de 18, han conseguido «reengancharse» a los estudios y animarse a continuar formándose para su incorporación al mundo laboral, gracias al Programa PIAC (Proyecto Individualizado de Adaptación Curricular) de este curso 2020-2021, que cumple en el municipio su XI edición.
«Este año, si cabe, el mérito ha sido mayor ya que, a consecuencia de la pandemia, algunos de los talleres que habitualmente se realizan de forma presencial e incluso las clases en el instituto, se han celebrado telemáticamente», explican desde el Ayuntamiento.
En la tarde de este jueves se clausuraba el Programa, en un acto al que asistía el alcalde, Francisco Molina, para felicitar personalmente a los jóvenes «por este logro en un momento tan difícil, que demuestra la voluntad y el esfuerzo de estos chicos. Ha sido una situación muy complicada para todos, y el hecho de continuar adelante es una prueba de que merece la pena seguir luchando por estas generaciones y que ellos deben aprovechar todas las oportunidades».
Implicación con otros servicios municipales
Al acto asistía además la delegada de Bienestar Social e Infancia, Leonor Benítez, cuyo departamento promueve esta iniciativa, y el delegado de Empleo, Jerónimo Heredia. El Programa PIAC implica a numerosos servicios municipales y a empresas particulares, a la hora de ofrecer a los jóvenes un abanico de posibilidades que les fortalecerán en su búsqueda y preparación para un empleo. Además requiere el compromiso de las familias y los centros educativos.
Estos estudiantes son escogidos por los orientadores de los institutos por su alto grado de absentismo y desencanto con los estudios, para tratar de evitar el abandono escolar. Por medio de talleres relacionados con el medio ambiente, la igualdad, el consumo de estupefacientes, la empleabilidad, normas de tráfico y otras materias, se les orienta para obtener una mayor seguridad personal. Posteriormente realizan prácticas en empresas, en las que pueden desarrollar sus habilidades.
Los tres han mostrado su satisfacción por esta experiencia, a la que entraron con poca credibilidad, pero que les ha permitido cambiar su visión de futuro. Han conseguido su certificado de manipulador de alimentos y un diploma que será la llave para un camino de más garantías de éxito que el que habían escogido inicialmente, antes de entrar en el programa.