Antonio Barragán en un bar en Nerja.
Antonio Barragán en un bar en Nerja. Foto de El Español

El diario El Español sitúa hoy en su portada la historia de Antonio Barragán. Un coriano que trabajaba de recaudador municipal en 1990 en Torrox, Málaga. Aquel año, el entonces alcalde Ildefonso Mateos (PSOE), le despidió de forma forzosa y sin previo aviso de su puesto como recaudador. Mandó a la Policía Local a su oficina a expulsarlo «violentamente», como confirma en su sentencia el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Desde entonces se iniciaba un conflicto judicial entre Barragán y el Ayuntamiento que se ha prolongado durante 30 años, en el que el consistorio de la Costa del Sol ha incurrido en numerosos y sucesivos errores.

En 1991 los tribunales dieron la razón a Barragán y exigieron al Ayuntamiento que readmitieran al recaudador, pero el gobierno municipal alegaba que la figura del recaudador había dejado de existir y la readmisión era un imposible.

El recaudador era una figura que dejó de existir, efectivamente, poco después del despido. La misión que cumplía Antonio Barragán era común en España y consistía en recabar los impuestos a cambio de adquirir un 5%; era un servicio privado, ni siquiera correspondía a un funcionario. Meses después del despido la ley cambió y esa figura desaparecía, pues se obligaba a que la recaudación la ejerciera la propia administración.

Sin embargo en 1998 los tribunales estimaron que la supresión de la figura de recaudador no era motivo para no readmitir al trabajador. El Ayuntamiento ni siquiera se presentó a defender el recurso a la sentencia de 1991. El TSJA fijó la indemnización en 1,19 millones de euros, la cantidad estimada que Barragán había dejado de ingresar.

Así lo explica el diario El Español, que confirma la intención de Barragán de haber llegado anteriormente a un pacto amistoso con el consistorio, lo que hubiera ahorrado un buen pellizco a las arcas públicas.

Pero la cosa no queda aquí. Barragán cobró los 1,19 millones de euros, pero el Ayuntamiento de nuevo no quiso readmitir al trabajador. El exrecaudador continuó batallando en los tribunales para que se cumpliera la sentencia de 1991. Mientras tanto la capacidad poblacional y económica, ergo la capacidad recaudatoria de Torrox se multiplicaba. Así la potencial nueva indemnización de Barragán se disparaba.

En 2017 la cantidad ascendía a 4,5 millones de euros. Así lo estimó de nuevo el TSJA. El Ayuntamiento recurrió sin éxito al Tribunal Supremo. Con éstas, el alcalde actual, Óscar Medina (PP) ha decidido poner fin a la historia y ha pactado con Barragán el abono de 3,5 millones de euros, lo que supone una quita de un millón.

Es así como el 16% del presupuesto de Torrox de 2020 será destinado al coriano Antonio Barragán y a resolver un conflicto laboral de tres décadas de antigüedad. Una increíble historia que El Español ha querido traer con muchos detalles y todo el peso informativo, situando esta noticia en su portada.

Deja un comentario