Los vecinos de Dos Hermanas han estado soportando durante las últimas semanas unos fuertes y desagradables olores que denunciaron a su Ayuntamiento. El consistorio nazareno, tras días de investigaciones, ha concluido que los olores proceden del término municipal de Coria del Río.
En un comunicado, el Ayuntamiento anuncia que ha remitido esta información a la Subdelegación del Gobierno, al Ayuntamiento de Coria y al Seprona con el objetivo de que «se tomen medidas necesarias para acabar con dichos olores».
Concretamente, el hedor procede del kilómetro 10 de la SE-3206, en la Dehesa La Atalaya, y son causa del abono con estiércol y el «riego con gallináceas u otros productos». El Ayuntamiento de Dos Hermanas considera que estos productos «pueden estar prohibidos en el entorno urbano».
La investigación se ha llevado a cabo por parte de la Policía Local nazarena la cual ha determinado que las «altas temperaturas que se están registrando en la provincia en los últimos días» agravan la situación y que, «unido a la dirección del aire con fuertes rachas de vientos del S.E. (levante)», el olor atraviesa todo el término municipal de Dos Hermanas.
Este comunicado consta con el error de determinar el viento de levante como causa del desplazamiento de los olores, pues sería el viento de poniente el que afectaría a Dos Hermanas toda vez que el hedor proviniera de Coria del Río.
El Ayuntamiento de Coria dispone a elaborar un informe sobre el caso
Fuentes del Ayuntamiento de Coria trasladan a Aljarafe Digital que han iniciado una investigación a través de la Policía Local coriana para dilucidar el origen de los olores en su término municipal.
De este modo, una vez concluido el informe, este será remitido al Seprona para avanzar hacia la solución de un problema sobre el que Francisco Toscano, alcalde nazareno, y el alcalde coriano Modesto González, departieron ayer por teléfono.
Desde el consistorio coriano aclaran que la Dehesa La Atalaya es un terreno de propiedad municipal y que en ningún caso es origen del problema de los hedores, sino que «se trata de fincas privadas colindantes».
Algunos agricultores de la zona aseguran que este tipo de olores no son algo nuevo y que ocurre cada año, si bien es cierto un aumento de la intensidad debido a causas meterológicas durante este verano.