- El Gobierno central opta por el puente de la SE-40 y eliminando el túnel por costes
- El alcalde de Coria del Río estima que el puente de la SE-40 es una «gran decepción»
Las reacciones políticas sobre el puente de la SE-40 continúan. El portavoz del PP en Coria del Río, Andrés Parrado, ha pedido al alcalde «una reunión urgente de la junta de portavoces para que todos los grupos adoptemos una postura común en defensa de los intereses de los corianos». Además, ha mostrado ponerse «a su entera disposición, y la de mi partido, para defender donde sea y ante quien sea los intereses de los corianos».
Enterrar el proyecto de los túneles y sustituirlo por un puente es una «nueva afrenta a la provincia de Sevilla pero, sobre todo, para Coria del Río que será la localidad más afectada pues la construcción del puente causará un gran impacto medioambiental y paisajístico en el estuario del Guadalquivir a su paso por nuestro pueblo, además de los problemas de ruidos y salud que provocará esta infraestructura a escasos 500 metros de nuestra localidad. Es una auténtica barbaridad y todos juntos tenemos que luchar para impedirlo».
Aunar fuerzas ante el proyecto del puente de la SE-40
Para Andrés Parrado «es el momento de que todos los grupos políticos de Coria del Río dejemos a un lado nuestras disputas y rememos juntos ante esta injusticia perpetrada por el gobierno de Pedro Sánchez. Espero que todos los partidos se unan a estas reivindicaciones que no son de ninguna fuerza política sino de los vecinos de Coria del Río. El gobierno de Pedro Sánchez tendrá que dar muchas explicaciones de por qué este cambio de actitud y por qué de nuevo pone palos en la rueda en el desarrollo de Coria del Río y su comarca».
También ha incidido el portavoz popular en que Pedro Sánchez tendrá que explicar por qué, tras la moción de censura en 2018, «enterró el proyecto de los túneles de la SE-40, proyecto que en diciembre de 2017, el anterior ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció que comenzaría en 2018». Un proyecto que hubiese estado financiado con fondo al Plan Juncker o a través del método alemán y que, si se hubiese llevado acabo, «habría terminado en torno al 2025». Parrado teme que la diferencia presupuestaria entre túneles y puente «vaya a recaer en sus socios catalanes».