La Policía Nacional de Coria ha detenido a un hombre que se fugó de la ambulancia que él mismo había solicitado cuando se encontraba detenido en dependencias policiales. Durante la detención, el individuo sacó de uno de sus bolsillos un pincho metálico con el que arremetió contra uno de los agentes. El detenido fue puesto a disposición del juez, que decretó su inmediato ingreso en prisión.

A consecuencia del ataque, cuatro de los agentes intervinientes resultaron lesionados y tuvieron que ser atendidos en el centro médico de la localidad. El detenido, tras el ataque a los policías, emprendió la carrera introduciéndose en el aparcamiento subterráneo de un establecimiento comercial, siendo perseguido por un agente que consiguió darle alcance e interceptarlo. Mientras se disponía a reducirlo, el atacante «acometió nuevamente de forma violenta contra el agente, alcanzándole algunos golpes y cayendo ambos bruscamente al suelo», ha detallado la Policía Nacional en su comunicado de prensa.

Pidió una ambulancia desde los calabozos

Una vez en los calabozos, el detenido requirió la presencia de los servicios sanitarios, y cuando era trasladado al hospital para un reconocimiento, «vulneró todos los dispositivos de seguridad, fracturó la puerta de la ambulancia y se fugó a la carrera».

Se localizó al fugado cerca de una vivienda de sus familiares, emprendiendo de nuevo la huida saltando por las azoteas de las viviendas de forma temeraria y poniendo en grave riesgo su vida, introduciéndose finalmente en un domicilio ajeno.

Los agentes continuaron la persecución y accedieron al domicilio tras el fugado, donde vivía una mujer impedida y encamada de 98 años de edad. Tras inspeccionar todos los habitáculos de la vivienda, se localizó al fugado, que estaba escondido tras un mueble del salón, donde se resistió nuevamente de forma violenta a su detención.

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