Las fumigaciones que la Junta de Andalucía realizará para prevenir las picaduras del mosquito transmisor del virus del Nilo son «ineficaces para afrontar el problema sanitario que está centrado en los núcleos urbanos, que además puede tener consecuencias negativas e indeseables sobre la biodiversidad e incluso afectar a la calidad del agua en un ecosistema tan sensible como el estuario del Guadalquivir y el entorno de Doñana» según WWF que ha emitido un comunicado al respecto.

La organización defensora del medio ambiente WWF reclama a la Junta de Andalucía la «inclusión de expertos multidisciplinares en el comité técnico existente» para incorporar criterios que permitan medidas efectivas y evitar «impactos negativos sobre el ambiente».




En el comunicado hacen hincapié en que el mosquito tiene un rango de actuación de aproximadamente un kilómetro según los datos de la Estación Biológica de Doñana. Por ello, las fumigaciones «deben concentrarse en estos núcleos urbanos y al ámbito periurbano más próximos a los mismos, como vienen realizando algunos ayuntamientos y que ha permitido que se estabilicen los casos».

La totalidad del escrito es una petición de «prudencia» para evitar las fumigaciones indiscriminadas. Señalan que ni los arrozales ni la marisma son el problema, sino las zonas urbanas y periurbanas, y que no existe una plaga de mosquitos. «Por ello, debe enfrentarse este problema sanitario con medidas efectivas, proporcionales y basadas en la ciencia«, concluye el comunicado.

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