La crisis del Virus del Nilo comenzó el pasado 12 de agosto cuando se confirmó la infección de 18 personas que padecían meningoencefalitis vírica resultado de la picadura de el mosquito del virus del Nilo Occidental en los municipios de Coria del Río y Puebla del Río.
La falta de información y actuación frente a la propagación de este virus ha desembocado en un sentimiento de miedo y desconcierto entre los ciudadanos, quiénes han tenido que enfrentarse además del Covid-19 a un nuevo brote epidemiológico. La picadura de dicho parásito se ha cobrado la vida de cuatro personas en el Aljarafe y ha afectado a un total de más de 40.
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Sin embargo, y para la tranquilidad de la ciudadanía, el brote de este virus en Andalucía terminará cuando «llegue el frío de verdad». Lo que se traduce en que las temperaturas no superen los veinte grados, zanjando así la reproducción del mosquito. Así ha explicado a Efe Jordi Figuerola, investigador de la Estación Biológica de Doñana.
Este año hemos contado con un incremento de más del 30% de este insecto en comparación con la media anual debido a las lluvias del mes de mayo y al período de confinamiento. Por lo tanto, la reproducción sigue propagándose sobre todo en las zonas de arrozales que tienen prohibida su fumigación con objetivo de permitir que se produzca la cosecha. Proceso que tiene lugar durante el mes de octubre.
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Por esta razón, las recomendaciones pertinentes son las de no visitar aún las zonas cercanas a los cultivos de arroz donde sigue habiendo grandes concentraciones de dichos mosquitos. Los humedales de la desembocadura del río Guadalquivir y las inmediaciones del Parque Nacional de Doñana han sido su foco esencial de desarrollo.
De esta forma, aún con altas temperaturas, se sigue recomendando el uso de repelentes y mosquiteras hasta que la situación meteorológica cambie completamente.
Tras lo sucedido, y pese a que en las zonas urbanas se han realizado unos «tratamientos adecuados», las recomendaciones de los investigadores son las de fumigar de forma preventiva durante la primavera del próximo año antes de que se produzcan las primeras infecciones en humanos y caballos.
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Aunque se hayan encontrado afectados por este brote en Extremadura no quiere decir que el virus se haya desplazado de una comunidad a otra, puesto que diversos estudios universitarios han confirmado que este germen lleva años en varios territorios de la geografía nacional.
Una enfermedad que se trasmite a las personas a través de la picadura de mosquitos tras haber recibido la infección de los pájaros en su proceso de alimentación. Dichas aves actúan normalmente como portadores sanos pero juegan un papel importante en la expansión del virus.
En lo que ha presentación de síntomas se refiere, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclara que las personas no los experimentan en el 80% de los casos y que el otro 20% lo manifiesta dando lugar a un diagnóstico grave de encefalitis o meningitis que puede ocasionar el daño cerebral y la propia muerte.