El complejo de 70 viviendas situadas frente a la Pará, en actual situación de abandono. Imagen de Aljarafe Digital.
El complejo de 70 viviendas situadas frente a la Pará, en actual situación de abandono.

«Llevamos toda la tarde y no damos abasto», ésta es la respuesta de la policía local de Gines cuando los vecinos del municipio contactan para denunciar la zona de reunión ilegal en que se ha convertido una promoción inmobiliaria abandonada en plena zona residencial de la localidad aljarafeña. 

La apuesta inmobiliaria conocida como «El Granadillo» de la empresa Gisurcasa Inmobiliaria prometía 70 viviendas unifamiliares y adosadas con servicios comunes y zonas comerciales, pero como fue el caso de tantos órdagos de la construcción en nuestro país, la constructora quebró y los ladrillos fueron abandonados. 

De esto, hace prácticamente una década. Durante estos años, el deterioro del lugar ha trascendido lo meramente material. A puertas, ventanas y cobre robados, hay que sumar el vandalismo que ha atraído la zona. Cristales rotos, basura de toda índole, restos de excrementos humanos y animales, etc, caracterizan, por desgracia, el adorno del lugar. 

Pero la gravedad del asunto es que, aunque jamás habríamos vinculado la crisis del ladrillo, con la propagación de una pandemia como la del Covid19, la laxitud de autoridades públicas y el desastre del mercado inmobiliario han confluido para que estos inmuebles se hayan convertido en puntos de reunión de jóvenes que consumen alcohol y drogas, sin ningún tipo de medida restrictiva que frene al Coronavirus




Algunos con coches en las puertas y otros en silencio y oscuridad, ubicado en una de las zonas más demandadas por el pueblo de Gines, puesto que se encuentra frente al recinto donde se celebra La Pará, el virus campa a sus anchas por la irresponsabilidad individual, administrativa y colectiva del abandono de unas viviendas que esperan años a ser habitadas y no destrozadas. 

Ahora, es la marca Roalgest, quien, en régimen de cooperativa, ha relanzado el complejo inmobiliario con ofertas que oscilan entre los 185.000 y los 210.000 euros. Aunque fuentes cercanas a la gestora inmobiliaria aseguran que el acuerdo con el banco no está completamente cerrado, se estima que el plazo de ejecución podría estar en dos años. En cualquier caso, no se trataría ni de Viviendas de Protección Oficial ni de viviendas sociales. 

A juzgar por el estado de las viviendas, se trata de un gesto claramente arriesgado por parte de Roalgest, cuya vivienda piloto, totalmente rehabilitada, invita a tener esperanza en la vida nueva que se quiere dar al lugar. Mientras, habrá que vigilar especialmente el comportamiento incívico de personas, jóvenes y maduras, que, ante el cierre de bares, monta su propia barra en un lugar siniestro

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