Las dos torres que se alzan frente al Parque Central han pasado a propiedad municipal, tras aprobarlo este jueves del Pleno del Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe. La decisión permite adelantar treinta años este traspaso, y se logra gracias a la saneada situación de las cuentas municipales. El objetivo del gobierno local que preside Antonio Conde es aplicar una gestión pública del espacio, que incluye oficinas, hotel en concesión a una empresa privada, comercios y aparcamiento de 1000 plazas, para mejorar la seguridad de los empresarios allí ubicados y generar en todo lo posible empleo.
Marta Alonso, concejal de Planificación Urbanística y Movilidad, valoró durante el pleno este paso, apoyado por PSOE, PP, Ciudadanos y Vox, como una palanca para «fomentar el desarrollo de empresas que crean empleo en el municipio, y no como mera gestión inmobiliaria de espacios», en el edificio dedicado a oficinas, de 15 plantas. La otra torre la ocupa un hotel de cuatro estrellas que mantendrá su actividad. En los bajos del complejo, ubicado frente a la parada de Metro de Ciudad Expo, existen diversos comercios.
5,5 millones de euros, el coste de las torres del Parque Central
Alonso indicó que la operación se produce «sin merma de las arcas municipales», ya que el préstamo se amortizará en unos años prácticamente al evitarse el Ayuntamiento el alquiler actual de la biblioteca Saramago y la empresa municipal Solgest, allí ubicadas, y con los ingresos de los actuales arrendatarios comerciales.
Pero, sobre todo, «se trata de una oportunidad con carácter de interés público», añadió la concejal. El Ayuntamiento desea dar mayor estabilidad a los comerciantes y empresarios que utilizan las torres. El presupuesto municipal de 2022 ya incluyó una partida de 5,5 millones de euros para hacer frente al montante del acuerdo alcanzado. La quiebra en 2015 de la sociedad concesionaria de las dos torres derivó en reclamaciones judiciales con una entidad bancaria que ahora, con el acuerdo ratificado por el Pleno, dejan fuera al Ayuntamiento, quien adjudicó el proyecto en 2007 a una filial de Sando.