En la madrugada del sábado al domingo se disolvió una fiesta con una treintena de personas en una vivienda unifamiliar cerca de la barriada Montelar la cual incumplía varias restricciones anti-covid19.

La Policía Local de Mairena recibió varios avisos a la 1 de la madrugada, por lo que se desplazó al lugar para comprobar que una vivienda, con varios turismos estacionados en su puerta, estaba ocupada por un grupo de personas en lo que presumiblemente era una fiesta ilegal.




Los avisos advirtieron a la Policía Local que no era la primera fiesta que se celebraba en la vivienda, y que son tres las personas que habitualmente organizan eventos cobrando entradas a los asistentes.

En un primer momento desde el interior de la vivienda no se atiende a los reclamos de los agentes, y tras apagar las luces, guardaron silencio. Poco después, y tras advertir la Policía de hacer uso de otros medios de intervención, una persona atendió a los agentes identificándose como propietario de la vivienda y explicando que se estaba «celebrando una fiesta privada con personas venidas de municipios de la provincia e Sevilla, y que ni ella misma conoce a todos los asistentes», cuenta la policía mairenera.




Tras advertirles de la ilegalidad de organizar eventos con más de seis personas, se les ordena abandonar la vivienda. Varios de ellos quedaron en el interior y fueron los propios agentes quienes tuvieron que desalojar por completo la vivienda, quienes encontraron personas bajo las camas, en la bañera o en los armarios. También se encontraron botellas de alcohol y restos de varias sustancias estupefacientes.

Posteriormente se procedió a sancionar a todos los asistentes, que se enfrentan a multas de entre 100 y 3.000 euros según el régimen sancionador Decreto-ley 21/2020, de 4 de agosto de la Junta de Andalucía.

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