Imagen de la Laguna de la Dehesa de Abajo en periodos previos a la sequía actual / David Sánchez
Imagen de la Laguna de la Dehesa de Abajo en periodos previos a la sequía actual / David Sánchez

El paraje natural de La Dehesa de Abajo de La Puebla del Río tiene toxinas. Ese es el motivo por el que la delegación territorial de Desarrollo Sostenible en Sevilla ha activado esta semana el proceso de desagüe de la laguna de la Reserva Natural conforme al protocolo previsto cuando el nivel del agua desciende a niveles críticos de oxigenación.

En base a experiencias de años anteriores, los técnicos han comprobado que en el entorno de 45 a 50 cm de profundidad, en episodios de altas temperaturas suelen aparecer toxinas peligrosas para la avifauna que habita en este espacio protegido por lo que, siempre que esto ocurre, se procede al vaciado de la reserva para invitar a las aves a buscar otro humedal.

Escasez de agua en la Dehesa de Abajo

La escasez de agua en la Dehesa de Abajo es consecuencia, principalmente, de la
suma de las altas temperaturas continuadas y el bajo nivel de precipitaciones.
Particularmente acusada en el contexto de sequía prolongada actual. Cuando no
supera los 50 centímetros de profundidad, se produce un efecto de baja oxigenación
en el agua que, junto a las altas temperaturas favorece la proliferación de cianobacterias. Microorganismos que producen toxinas como las anatoxinas, cilindrospermopsinas, microcistinas y saxitoxinas. Todas ellas, amenazas para la fauna del lugar.

A finales del mes de junio al menos cuatro polladas y dos hembras de cerceta pardilla incubando, una especie en peligro crítico de extinción; así como dos polladas de malvasía y 37 nidos de garcilla cangrejera. En casos críticos como el reseñado, los protocolos de manejo hidrológico en humedales apuntan la posibilidad de llevar a cabo una recarga de la laguna y su desagüe paulatino para favorecer la oxigenación de las aguas. Medida que en esta ocasión no ha sido finalmente viable por el incremento del nivel de cianobacterias.

Traslado de aves

Desde la delegación territorial de Desarrollo Sostenible se ha procedido a movilizar las
aves con la máxima premura pero ha sido imposible evitar el fallecimiento de alrededor
de 70 ejemplares, cuya causa de muerte se está investigando a partir de las correspondientes necropsias. Otras 17 aves acuáticas y los pollos que se encontraban en la Dehesa de Abajo se han trasladado al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) para su cuidado.

La Dehesa de Abajo surge tras la construcción del dique sobre el arroyo Majaberraque
para la construcción de la carretera de Puebla del Rio a Isla Mayor. No se trata, por
tanto, de un humedal permanente sino temporal, y se caracteriza por su estiaje tardío.
Sin embargo, dada su proximidad al entorno de Doñana y su carácter semipermanente
en buena parte del año, esta reserva natural sirve de refugio y cría de numerosas aves
acuáticas.


La superficie de la laguna varía según las precipitaciones anuales. Suele ocupar algo
más de 71 hectáreas y contar con un perímetro de algo más de 3.800 metros.
Generalmente, las lluvias se producen en esta zona en los meses de invierno y
primavera, mientras que el periodo estival es muy seco y caluroso. Por esta razón, la
laguna sufre con frecuencia un considerable proceso de desecación, con un descenso
del nivel del agua a razón de aproximadamente un centímetro diario.

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