Una de las candidatas de VOX al Ayuntamiento de San Juan de Aznalfarache levanta la polémica en redes sociales por unas fotos que realiza junto a una amiga frente al monumento de Las Aceituneras, nueve mujeres que fueron fusiladas por Queipo de Llano.
Catalina Álamo, que se presentó en la lista encabezada por Manuel Pérez, publicó la foto en facebook junto al texto “Las Aceituneras” y siete emojis de carcajadas. Las respuestas fueron inmediatas por parte de varios vecinos que le reprochaban la actitud y la falta de respeto.
Ante los reproches de los vecinos, Catalina y su amiga contestaron: “Qué piel más fina. Con la de aceitunas que tengo yo recogías en Extremadura (risas)”, “y yo, y qué ricas las aceitunas machacás!!!”, contestaba la amiga. Catalina le respondía con un “mmmmm verdad!!! Qué ricas!!!”.
“Las aceitunas machacás” acabó por enfurecer a los vecinos: “Vomitivas…” o “Que pena que se jueguen con los sentimientos de los familiares de estas personas que aún viven aquí como niet@s y sobrin@s y fueron vilmente asesinados” eran algunas de las respuestas.

Ante el torrente de comentarios, Catalina asegura que se están buscando “14 pies al gato” a su actitud sobre un monumento que se construyó en 2017 y que fue objeto de martillazos a los pocos días de su inauguración.
Las aceituneras de San Juan de Aznalfarache eran nueve mujeres jóvenes que fueron detenidas por falangistas en la mañana del 10 de agosto de 1936 por su afiliación a UGT. Fueron prisioneras en el buque Cabo Carvoeiro, donde fueron violadas y a algunas de ellas le mutilaron los pechos.

El 24 de octubre fueron fusiladas entre 40 personas: veintiún hombres y trece mujeres, una de El Garrobo y las doce restantes eran vecinas de San Juan de Aznalfarache. Aquellas doce mujeres y otras tres víctimas más tienen sus nombres grabados en la cerámica del monumento a las represaliadas de San Juan. Las trabajadoras de la aceituna, que dan nombre al monumento y al Paseo de las Nueve Aceituneras, tienen junto a su nombre una rama de olivo.
Aún se desconoce el paradero de los cuerpos de las mujeres asesinadas de San Juan, aunque algunos historiadores aseguran que podrían estar enterradas en la fosa común del cementerio de San Fernando de Sevilla donde aún siguen 2.000 personas sin identificar.
Dos mongolas habituales en las filas de los Mongovox.