Juzgados de Sevilla
Audiencia Provincial de Sevilla / SA

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha desestimado el recurso de apelación ante la condena de un año de prisión puesta por la Audiencia Provincial de Sevilla a un hombre que fue «cooperador necesario» en la estafa a una sevillana a través de Facebook. Dicha estafa consistió en un falso noviazgo online entre una sevillana de 64 años y un hombre del extranjero. Llegaron a un nivel muy alto de confianza, buscado por el estafador, para poder pedirle dinero.

El hombre hizo creer a la mujer sevillana que se encontraba en una situación de pobreza, por lo que cada cierto tiempo le pedía una transferencia a una cuenta bancaria del extranjero. Realizó cuantiosos envíos de dinero a países como Ghana, Turquía y Nigeria. Entre 2017 y 2018 se registraron hasta 16 envíos de dinero desde la cuenta de la víctima con cifras desde 50 euros hasta 1500 euros que en total suman más de 6000 euros.

Denuncia en San Juan de Aznalfarache

La mujer denunció los hechos en la comisaría de la Policía Nacional de San Juan de Aznalfarache cuando el estafador le pidió un ingreso de 2000 euros a un amigo, que resultó ser el ahora condenado. Además, se investigó la cuenta bancaria del acusado y este no ha justificado ante la justicia la procedencia de un ingreso de 15.000 euros.

La entidad bancaria retiró el ingreso de la víctima al acusado una vez denunciados los hechos aprovechando que el día anterior había recibido ese ingreso de 15.000 euros. La víctima ha rechazado a cualquier indemnización para compensarla por los hechos.

Estafada desde abril de 2017

Durante el mes de abril de 2017, la sevillana conoció a través Facebook a una persona que se dijo llamar Williams, tras lo cual comenzó a comunicarse con ella privadamente a través de la aplicación Hangouts de Google mediante conversaciones de chats por escrito. Nunca se utilizó el sistema de videoconferencia, si bien en alguna ocasión, a petición la conversación fue acompañada de un vídeo que aparentaba ser pregrabado en el que aparecía una persona varón.

Durante el discurrir de esas conversaciones, el estafador le hizo creer a la sevillana que trabajaba para las Fuerzas de Apoyo de la ONU en Afganistán y que entablaba con ella una relación de pareja o noviazgo. Una vez ganada su confianza, y a través de diversas argucias que escenificaban estar sufriendo una situación de necesidad en la que ella podría ayudarle, tales como que lo habían destinado a Nigeria y estaba pasando hambre, o que lo habían detenido y tenía que pagar por su libertad, esa persona consiguió que la mujer le hiciera diversos envíos de dinero al extranjero a través de la compañía Western Union.

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