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Los últimos trabajos científicos desarrollados en la antigua ciudad romana de Itálica en Santiponce han permitido localizar lo que podrían ser los restos de su circo romano, de cuya existencia no había evidencias hasta ahora.
Los estudios geofísicos realizados en el mes de agosto durante los trabajos de la actividad arqueológica puntual «Estudio geofísico en los anfiteatros y circos romanos de Écija e Itálica» han arrojado serios indicios de la existencia del circo de la ciudad de Itálica, permitiendo incluso esbozar una hipótesis de restitución de su forma.
Los datos obtenidos sugieren la presencia de este gran edificio de espectáculos, que ocuparía más de ocho hectáreas, el equivalente actual a ocho campos de fútbol, al este de la ampliación de la ciudad promovida por el emperador Adriano, con capacidad para acoger a unos 80.000 espectadores.
En concreto, los investigadores barajan una planta del edificio que contaría con una longitud máxima de 532 metros y una anchura de entre 140 metros y de 155 metros en los «carceres», especie de cajones desde donde iniciarían la carrera los carros de caballos. Su planta sería la característica de este tipo de edificaciones, con un graderío alargado en torno a un espacio de carreras, que se articularía alrededor de un muro central, la denominada «spina».
Así sería el circo romano de Itálica según estos estudios
La cimentación de la grada del circo estaría realizada con una losa de hormigón de 30 metros de anchura y una profundidad de seis metros, que es la que se ha observado para los cimientos del anfiteatro y los del «Traianeum», el templo de culto imperial de la Itálica de Adriano. La cimentación del cuerpo de edificio para los «carceres» tendría una potencia menor, en torno a los 3,5 metros.
Los trabajos, que han consistido en once perfiles con georradar y otros cinco con tomografía de resistividad eléctrica. Esta técnica de prospección eléctrica emplea un dispositivo que inyecta corriente en el terreno y mide la resistencia que generan las estructuras subyacentes, lo que permite obtener unas secciones digitales con las estructuras presentes en el subsuelo.
La existencia de un circo en Itálica completaría la tríada de edificios de espectáculos, junto al anterior teatro augusteo y el gran anfiteatro adrianeo, uniéndola al selecto grupo de grandes ciudades del Imperio, como es el caso en la península ibérica de Mérida, Tarragona y Córdoba, que fueron capitales provinciales o bien grandes centros ceremoniales del culto imperial.