Letrero de la residencia Asisttel de Tomares.
Letrero de la residencia Asisttel de Tomares.




El centro de la empresa de servicios asistenciales Asisttel de la avenida Reina Sofía de Tomares ha cerrado este lunes sus puertas definitivamente, entregando la empresa las llaves del recinto a la entidad propietaria del mismo tras la reubicación de los ancianos que residían en el complejo, merced a la amenaza de lanzamiento de desahucio que pesaba a cuenta de las acciones legales promovidas por la propiedad por impagos de las rentas de alquiler que ascendían a unos 430.000 euros.

Este «drama humano», como así lo han descrito las familias ha despertado la sensibilidad entre la sociedad aljarafeña y andaluza tras ser publicada en primicia por AljarafeDigital el pasado martes. Las consecuencias de la «especulación inmobiliaria» que no tiene piedad ni con los mayores en mitad de una pandemia que tanto amenaza a su salud.

Así lo han manifestado a Europa Press este lunes fuentes de la plantilla del centro, explicando que tras la evacuación del equipamiento, el mobiliario y el material de oficina y la reubicación de los 31 ancianos residentes en otros geriátricos, Asisttel ha «entregado las llaves» del recinto esta jornada a la entidad propietaria del mismo.

Víctor Rivas, gerente de la residencia, explicaba al respecto la semana pasada que la deuda de la que nace esta situación deriva de que Asisttel no ha conseguido suficientes ingresos para atender todos los gastos del centro, pesando además que la unidad de estancia diurna «siempre ha sido deficitaria».




A tal efecto, exponía que Asisttel había hecho a la entidad propietaria del edificio un ofrecimiento de «pago garantizado» en cuatro recibos de 150.000 euros, extremo rechazado por dicha entidad porque «lo que realmente quiere es el inmueble».

«La propietaria del edificio en ningún momento ha querido sentarse a negociar, porque desde marzo hemos intentado solventar este impago por medios extrajudiciales pero ellos, al dedicarse a la inversión y la especulación inmobiliaria, han visto la opción perfecta al dejar el inquilino de pagar el alquiler para capitalizar y hacer un buen rédito de este edificio», señalaba Víctor Rivas.

La plantilla, conformada por más de una veintena de trabajadores, está en estos momentos «pendiente» de una reunión con los directivos de Asisttel, temiendo un expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo, si bien los empleados no contarían con información precisa sobre las pretensiones de la empresa.

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