Sam Brocal, CEO de Media Interactiva / Clara Fajardo
Sam Brocal, CEO de Media Interactiva / Clara Fajardo

Por el entorno, los espacios verdes y las facilidades que se generan para el emprendimiento, «Tomares es lo que encontramos más parecido a Dublín para fijar la sede de nuestra empresa». Así explica Sam Brocal, CEO de Media Interactiva, por qué eligió esta localidad aljarafeña para ubicar su compañía dedicada a la tecnología educativa con una facturación anual que supera el millón de euros.

A pesar de que la mayoría de los clientes de Media Interactiva se encuentra fuera de España, el 90% de los empleados de esta firma es sevillano. El leitmotiv de su funcionamiento es «la transformación digital en el campo de la enseñanza». Un terreno en el que «la pandemia ha acelerado la demanda y por lo que nuestro crecimiento está siendo exponencial», sostiene Sam Brocal.

Media Interactiva, el Google de Andalucía

A Media Interactiva se le considera una especie de Google de Andalucía. Afirmación con la que su CEO, además de esbozar una sonrisa, defiende que «aquí hay mucho talento, pero necesitamos mayor formación en capacidades digitales. A veces nos cuesta encontrar perfiles para nuestra empresa».

Hoy en día, Microsoft, Pearson o Cisco son los principales clientes para quienes Media Interactiva diseña y mantiene plataformas de educación, aprendizaje y formación. Aquí en España aún no se les conoce mucho, pero no es un asunto que preocupe a Sam Brocal en demasía.

«En Andalucía y en España aún se practica la envidia insana por hacer algo diferente. Creo que debemos aspirar a apoyar precisamente la innovación y el ir más allá de nuestra zona de confort. Tomares en general y su alcalde, en concreto, siempre nos han facilitado estar aquí, y eso se agradece muchísimo». Media Interactiva podría haber elegido otra zona de Sevilla como La Cartuja, pero el municipio del Aljarafe convenció a Sam Brocal.

Sam Brocal de Rey Baltasar en la cabalgata de Reyes de Tomares / Clara Fajardo

Tanto es así que su integración en Tomares le ha llevado a ser el Rey Baltasar en la cabalgata de Reyes Magos de 2022. «Una experiencia preciosa pero que conlleva un gran esfuerzo de organización e inversión. Repartimos 3000 pelotas, las navidades, para mí quedan», subraya con humor.

Sam Brocal, de barman a alto ejecutivo

A finales de los 90, cuando Dublín se convirtió en destino de inversiones y financiación para compañías tecnológicas, Sam Brocal decidió probar suerte en la capital irlandesa. Él indica que siempre le había atraído «todo lo que tuviera que ver con el diseño gráfico y las TICs, pero no encontraba formación específica al respecto en España». Después de cursar Bachillerato y COU en Sevilla, pasó a módulos de Formación Profesional, pero «las salidas profesionales se circunscribían a imprentas y poco más».

Por eso, se lanzó a la aventura y compaginó trabajos esporádicos como barman, poniendo copas, y formación reglada. La decisión fue tan acertada «que acabé impartiendo clases en el propio posgrado que cursé. Un posgrado al que accedí sin carrera universitaria previa, pero allí, si vales, te dan la oportunidad. Aquí en España, creo que habría sido inviable».

Dublín fue así el punto de inflexión en su vida. Trabajó para varias firmas americanas, siempre en el ámbito del e-learning, y cuando se vio dirigiendo un equipo indio de más de 50 personas, Sam Brocal se planteó seriamente emprender. Tras años suministrando servicios de enseñanza digital, en 2005 se instala en Tomares y en 2011 nace Media Interactiva. «Comprobé que trabajar en remoto era posible desde cualquier punto del mundo, así que, volvimos a casa».

Desconecta2, hotel donde la tecnología se queda en la puerta

Para Sam Brocal siempre ha sido muy importante «diversificar el negocio». Desde el pasado verano, además de la enseñanza digital, Media Interactiva se ha adentrado en el mundo del turismo y la restauración. Desconecta2, por paradójico que parezca, es un hotel boutique de cinco estrellas pensado para el descanso digital de altos ejecutivos.

«Es necesario hacer un uso responsable de la tecnología. Nosotros nos dedicamos a ella, y por una buena causa, la formación, pero hay que desconectar, literalmente». Desconecta2 se ubica en un paraje natural inmejorable en plena dehesa extremeña en la localidad de Monesterio (Badajoz).

Imagen de la fachada del Hotel Desconecta2 / Media Interactiva

En pocos meses de vida del alojamiento de lujo, éste ya ha sido reconocido con dos premios: ‘Mejor Hotel Sostenible’, otorgado por el Grupo Habitat Futura y la plataforma digital TSMEDIA y ‘Emprendimiento turístico y resiliencia 2022 de Extremadura’, entregado por la Junta de Extremadura.

«No somos policías, pero invitamos a que, si se quiere subir a redes la foto de un plato de comida, se haga, y después se vuelva a apagar el teléfono», subraya Sam Brocal. El Hotel que ha sido «un granito de arena dentro de la sociedad para reducir de alguna forma el consumo tan alto digital que existe. Nosotros mismos somos uno de los que incita a consumir ese mundo digital, a pesar de no dedicarnos a apuestas on line, ni nada por el estilo, pero hablamos de salud física y mental en pleno monte, en comunión con la naturaleza»

Un sacrificio y una decisión vital

El secreto para emprender para Sam Brocal reside en «creerse uno mismo lo que está haciendo y verlo proyectado a cinco y diez años vista. Si tú no te lo crees, es imposible». Eso sí, «uno tiene que estar dispuesto a entregar su vida a la causa y eso no es ni común, ni fácil». Laura, la mujer de Sam ha sido la «base familiar» que le ha permitido viajar a Estados Unidos, a demanda de un cliente cuando sus mellizas apenas tenían 17 días de vida. «Si uno está dispuesto a eso, entonces, adelante. Pero en mi caso, la estabilidad en casa la pone mi esposa».

Por otro lado, Sam Brocal tiene muy presente que en España cuesta más emprender porque «el miedo al fracaso está muy arraigado, y el fracaso forma parte de la iniciativa. Solo hay que perseverar una y otra vez. La derrota temporal no significa que sea imposible alcanzar el éxito, pero eso es muy difícil de eliminar de la cultura española». En Estados Unidos los niños venden limonadas en sus barrios y recogen pelotas de golf «para sacarse un dinerito. Yo me siento muy identificado con ellos. Fui el peluquero de amigos de mis padres con apenas 15 años. Se trata del instinto de buscarse la vida».

A pesar de que Sam Brocal no se siente especialmente cómodo con la nomenclatura de Business Angel, sí que reconoce que pertenece a un grupo de whatsapp de empresarios andaluces «potentes». El grupo, por ahora, es una vía de comunicación interna entre ejecutivos de la Comunidad donde «nos ayudamos mutuamente buscando profesionales y compartiendo ideas». Pero en un futuro no muy lejano pretende ser una asesoría de startups andaluzas.

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