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Tomares ya ha comenzado la campaña de recogida de naranja amarga. Así, se adelanta a tal actividad en el resto de la comarca. El objetivo de la limpieza de estos naranjos es evitar posibles accidentes de los transeúntes con los frutos caídos, así como aprovecharlos para comercialización de aceites esenciales.
Así, se realiza una labor sostenible, a la vez que se embellecen las calles del municipio ya que la naranja amarga se convierte en una materia prima que genera empleo, recicla y aporta bienestar al consumidor.
La recogida de naranja amarga en Sevilla capital
Sevilla es la ciudad europea con más naranjos en sus calles. Es tradicional ver durante estas fechas operarios retirando kilos de naranja amarga de los árboles que pueblan las calles de Sevilla. Estas naranjas, que no son aptas para el consumo debido a su fuerte carácter amargo, protagonizan un proyecto de reutilización por parte de Emasesa para la creación de energía eléctrica.
En 2021, las calles de la capital hispalense albergaban unos 50.000 naranjos y la previsión de la campaña de recogida de naranjas ese año fue de 5,7 millones de kilos, tras un aumento del rendimiento del 37,5% con respecto a la campaña anterior. Una alternativa que, con 1.000 kilos de este producto, se produce el equivalente al consumo eléctrico de cinco viviendas en un día. La naranja amarga de las calles de Sevilla se ha convertido en una alternativa biosaludable.