Tomares se enfrenta al cierre inminente de su piscina cubierta debido a «graves incumplimientos técnicos» por parte de la empresa adjudicataria. El Ayuntamiento ha tomado esta decisión para salvaguardar la seguridad y la salud de los usuarios hasta que la empresa pueda demostrar que ha corregido las deficiencias.

El Consistorio ha iniciado un procedimiento administrativo después de que los servicios técnicos municipales descubrieran «varias deficiencias en la estructura desmontable que podrían suponer un grave peligro para los usuarios». Por lo tanto, han instado a la empresa, que obtuvo una concesión por 50 años en 2005, a reparar de inmediato estas deficiencias.

Esta cubierta desmontable se instala al final de cada temporada de verano y se somete a inspecciones regulares. En esta ocasión, los técnicos municipales han confirmado que, debido a los defectos, existe un riesgo real de que la lona exterior caiga sobre los nadadores, lo que podría resultar en lesiones graves e incluso ahogamientos.

Además, se ha observado la presencia de manchas de humedad en la cubierta, lo que agrava la preocupación por la salud de los bañistas. El Ayuntamiento subraya que es responsabilidad de la empresa garantizar la seguridad y la salud de los usuarios.

Se espera que la empresa realice las reparaciones necesarias lo antes posible, y que la piscina pueda reabrir una vez que se hayan subsanado estas deficiencias y se haya verificado la seguridad del espacio.

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