Una investigación sobre el uso del cinabrio y la consecuente exposición al mercurio por parte de la población del gran asentamiento de la Edad del Cobre que yace bajo los actuales términos municipales de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, en la provincia de Sevilla, refleja unos «generalizados y excepcionalmente altos valores» de este «letal» elemento químico; hasta el punto de que la población calcolítica de Valencina representaría «el más intenso y prolongado caso de exposición al mercurio hasta ahora nunca registrado en la historia humana».

 «Bello, mágico, letal: una perspectiva social del uso del cinabrio y la exposición al mercurio en el mega enclave de la Edad del Cobre de Valencina (España)», esta investigación explica que el mercurio y sus compuestos han sido «altamente apreciados y usados desde tiempos remotos en todo el mundo para muy diversos propósitos», como la decoración, la medicina, la metalurgia o fines simbólicos.

Particularmente, el cinabrio, un mineral de «un intenso color rojo» compuesto por sulfuro de mercurio, ha sido «considerado como un material exótico en muchas culturas, altamente valorado y asociado a las élites y las prácticas sagradas».

Al punto, los autores de este trabajo avisan de que actualmente, «el mercurio es ampliamente considerado como un metal tóxico» e incluso la Organización Mundial para la Salud (OMS) lo ha catalogado como una de las diez sustancias químicas más peligrosas para la salud pública. Durante el último siglo, según detallan, los avances científicos han conducido a un «extraordinariamente mejorado conocimiento y conciencia de sus peligros para la salud humana».

Todas las muestras

En este marco, este estudio abarca 170 muestras óseas de un total de 70 individuos humanos y 22 animales, así como una muestra de suelo; en todos los casos pertenecientes alsentamiento calcolítico que yace en Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán, para esclarecer la exposición al mercurio de la población de dicho mega enclave de la Edad del Cobre.

Los mismos destacan que las muestras abarcan a 23 de los 26 individuos inhumados en el «tholos» calcolítico de Montelirio, enclavado en Castilleja de Guzmán, hallado en 1998 y caracterizado por un corredor de unos 39 metros de longitud; y también a la «Señora del Marfil», una mujer de entre 17 y 25 años de edad cuyos restos fueron localizados en una estructura funeraria próxima al citado megalito.

Muestra de «las más altas posiciones locales»

En ambos casos, se trata de una «representación de las más altas posiciones sociales alcanzadas por individuos y grupos de élite en la Edad del Cobre Ibérica», además de que también tanto en el «tholos» de Montelirio como en la tumba de la «Señora del Marfil», el cinabrio «fue usado de manera extensiva», esparcido sobre los cuerpos y ajuares funerarios de ambos sepulcros.

Tras los correspondientes análisis, esta investigación destaca los «generalizados y excepcionalmente altos valores de mercurio» detectados en los huesos humanos y animales e incluso en la muestra de suelo disponible del asentamiento calcolítico de Valencina.

Es más, se trata de «los mayores valores de mercurio» descubiertos hasta la fecha en huesos humanos del periodo calcolítico en toda la Península Ibérica, con concentraciones superiores en algunos casos a 400 partes por millón (ppm) de mercurio.

Exclusivo de la Edad del Cobre

«Notablemente, casi el 65 por ciento de todos los individuos de Valencina presentaban concentraciones totales de mercurio superiores a una parte por millón de dicho elemento químico, mientras el sujeto con los niveles más bajos presentaba sólo 0,19 ppm», resumen estos investigadores, subrayando que tal extremo «parece ser un fenómeno estrictamente de la Edad del Cobre»; dado que las muestras de individuos de época romana también incluidos en este estudio por su localización en esta misma zona arrojaron una concentración de 0,32 ppm de mercurio por gramo de hueso humano.

Para explicar las causas de estos resultados, este trabajo profundiza en «tres líneas de interpretación», como son la exposición al cinabrio como consecuencia de su «manipulación» al molerlo para su pulverización, su mezcla con otras sustancias o su uso para la decoración de objetos, construcciones y personas; su «consumo directo vía ingesta o inhalación por parte de un grupo social especial» en el marco de prácticas rituales o la incidencia de factores medioambientales.

En cualquier caso, estos investigadores defienden que este estudio refleja que la población calcolítica de Valencina representaría «el más intenso y prolongado caso de exposición al mercurio registrado hasta la fecha»; exponiendo que estas personas pudieron sufrir «en variable grado los efectos del mercurio en la salud».

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