Las elecciones americanas que coparon la actualidad informativa en nuestro país demuestra que, cómo se aletea en Washington, sopla el viento en nuestra tierra. El cambio de administración de Trump a Biden afecta al campo aljarafeño y andaluz por la nueva política comercial de Estados Unidos. El país norteamericano y la Unión Europea han acordado suspender temporalmente los aranceles que afectaban a la aceituna y sus derivados: nuestro aceite de oliva envasado había caído un 80% en ventas estadounidenses respecto al año 2019.
La aceituna de mesa es uno de los productos con mayor arraigo en el Aljarafe con indicadores geográficos protegidos (IGP) como la aceituna manzanilla y gordal. El consejo regulador de estas IGP daba a conocer el descenso de exportaciones de las aceitunas en Estados Unidos de hasta un 28% en 2020, al pasar de 80.300 toneladas a 57.900.
En el marco de la disputa entre Airbus y Boeing, que ha tensionado la geopolítica comercial, una llamada entre Joe Biden y Ursula von der Leyen se ha cerrado con las suspensión de cuatro meses de las trabas comerciales decretados durante los últimos cuatro años y que, según la Unión Europea, suponen un nuevo inicio entre ambas potencias.
La consejera andaluza de Agricultura, Carmen Crespo, se mostrado esperanzada por esta suspensión de cuatro meses, de la cual espera que sea «el primer paso para poner fin definitivamente a etas tasas que tanto daño han hecho a sectores estratégicos del campo andaluz». «Vamos a ayudar para conseguir que esa cuota de mercado la consigamos. Vamos a ayudar para sentarnos con el sector para ver como podemos hacer esto», ha añadido
El secretario de Relaciones Internacionales de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ha manifestado que esta decisión es «muy positiva». «Esperemos que la suspensión no sea solamente durante cuatro meses, sino duradera y definitiva, para seguir teniendo buenas relaciones y seguir exportando aceite de oliva, aceituna y vino a EE.UU; un mercado muy importante para nosotros».