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El Ayuntamiento de Coria del Río ha recibido la noticia de que la idea del puente de la SE-40 está «clara», a pesar de los once meses que han pasado sin que se respondan sus alegaciones al respecto.
Sin embargo, fuentes consistoriales afirman que esta información llega a través de los medios de comunicación, pues desde el Gobierno central aún no se ha respondido a ninguna de estas propuestas emitidas por diferentes entidades.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, se pronunció al respecto. «La polémica está resuelta desde hace meses», declaró ante los micrófonos, a la vez que confirmaba estar sorprendida por el hecho de que aún existieran dudas sobre si se construiría un puente o un túnel en el Guadalquivir.
El Ayuntamiento de Coria, por otra parte, afirma que sus declaraciones se contraponen al hecho de que desde su Ministerio no se responda a las alegaciones de municipios y entidades afectados por esta infraestructura en la SE-40.
Ante la situación, el alcalde coriano ha manifestado su opinión: «Uno de los sorprendidos soy yo, pero con sus palabras. ¿Cómo puede decir eso, cuando los afectados no tenemos nada de información al respecto? Llevamos casi un año esperando que se responda a las alegaciones; hemos pedido reuniones; hemos argumentado que la Declaración de Impacto Ambiental del primer proyecto ya manifestaba que era inadmisible el puente; y no tienen ni siquiera la exigible responsabilidad institucional de cumplir con su deber de respondernos», declaró.
El gobierno coriano mantiene su postura a favor de los túneles, pues no ven argumentos para optar por los puentes, más allá del puramente economicista, sobre todo cuando la empresa que ahora formula el proyecto a favor de los puentes es la misma que ya se decantó en su día por los túneles.
«El informe que da lugar al cambio de criterio supone una solución a la carta porque el cliente siempre tiene razón, y en este caso es el Gobierno central el que paga la redacción de esos informes», afirma el alcalde, Modesto González.
Hace más de 20 años, se propuso un puente de 50 metros de altura y una longitud de 2830 kilómetros, pero la Declaración de Impacto Ambiental lo descartaba, por ser inviable en el Guadalquivir. Ahora, el Gobierno central, a pesar de dicho informe, quiere construir uno de más de 70 metros de alto y casi el doble de kilómetros de longitud.
González indica que este cambio de opinión ocurre «sin una justificación clara, puesto que los estudios geológicos y constructivos desde el inicio del proyecto no han variado. Está claro que el principal motivo para inclinarse por esta opción es que los puentes son más baratos, pero el factor económico no puede ser el prioritario ante el evidente impacto que cualquiera de las alternativas de viaducto tendrá sobre el entorno y la ciudadanía».
El consistorio coriano no es la única entidad que presentó alegaciones al proyecto del puente. La Junta de Andalucía, la Autoridad Portuaria de Sevilla, el Colegio de Ingenieros de Caminos, la Asociación de Ingenieros Consultores de Andalucía o el Colegio de Arquitectos de Sevilla son algunos de los entes que se manifestaron y presentaron alegaciones a dicho proyecto.