Cuatro individuos ocuparon la vivienda a plena luz del día mientras que la propietaria graba
Cuatro individuos ocuparon la vivienda a plena luz del día mientras que la propietaria grababa el acto

Teresa grabó cómo ocupaban su casa el pasado jueves y aún no ha podido acceder a la vivienda. «Los vecinos me dicen que están llenando la piscina mi casa». El fin de semana le ha impedido seguir rogando a las distintas instituciones que la ayuden, pero hoy lunes tiene la ruta ya pensada: Ayuntamiento, Aljarafesa y Guardia Civil.

«Me siento totalmente ignorada por el Ayuntamiento de Espartinas, son los que tienen la posibilidad de hacer algo sin depender de la vía penal», explica Teresa. Esto es reportar y presionar a las empresas de agua y electricidad para que corten el suministro de la vivienda.

Un vecino la avisó a las 15:15 del jueves 11 de junio y en cinco minutos llegaba a su casa. Ella cree que los asaltantes le vieron llegar pero que no les incomodó su presencia. «Notaba cómo charlaban tranquilamente en la puerta y tenían su Peugeot blanco aparcado al lado. Se sienten totalmente impunes». En el vídeo más visto en el Aljarafe durante este fin de semana, se puede ver cómo las ocupaciones no se hacen con nocturnidad ni con complejos. Con la cara destapada y a plena luz del día, Teresa ponía en imagen a uno de los problemas que más preocupa a los vecinos de la zona, sobre todo en verano.

La grabación, fundamental en lo judicial y en lo mediático

Su grabación es muy importante como prueba de un delito flagrante para reducir los tiempos de un procedimiento de desalojo que puede durar 6 meses. Pero sobre todo, la decisión de sacar la cámara del móvil es crucial para la presión mediática y la denuncia pública de un hecho cada vez más común en el Aljarafe: las mafias se aprovechan de la emergencia habitacional de muchas familias para ocupar segundas viviendas y lucrarse de un derecho constitucional insatisfecho.

Tras inmortalizar el delito se acercó a hablar con ellos. Les pidió que se fueran antes de que llegara la Guardia Civil y les identificara: «Hablé con todos, pero sobre todo con la pareja joven que era la que parecía que iba a habitar la vivienda. Les dije que si se iban yo no les denunciaría y aquí no había pasado nada. Me dijeron que no, que ellos habían pagado por vivir allí».

Esta era la coletilla que repetían cuando hablaron con la Guardia Civil. Ellos decían haber entrado con llaves, no pegando una patada. La mafia, tras ocupar, cambia el bombín y luego testifican que ellos tenían las llaves. Entre el conflicto de esa declaración y la de Teresa, con las escrituras en la mano, interviene el juez a dilucidar quién tiene la razón. La saturación de los juzgados eterniza la resolución de esta obviedad.

«Me siento totalmente abandonada. Los tres guardias civiles, como tres armarios de grande, funcionarios que yo les pago para que me defiendan, me decían que no podían hacer nada pese a que estaban pinchando la luz y el agua delante de ellos», lo cuenta Teresa apesumbrada.

«Si te pillan robando gasolina, intervienen, ¿por qué si te pillan robando electricidad y agua no?», se pregunta. Es Teresa quien ha tenido que acudir a Endesa y Aljarafesa a denunciar el fraude que se produjo delante de la Guardia Civil, que no reportó nada. «Cuando ellos me explicaron que la ley es así, que no pueden entrar a desalojarlos ni hacer nada, no sabía si echarme a llorar por lo que estaban haciendo en mi casa o por lo que me estaban diciendo ellos».

La movilización social como solución

Teresa lleva viviendo desde los 10 años en Espartinas donde cada vez suceden más ocupaciones de este tipo. Ella espera que haya una movilización social en el pueblo para pedir soluciones definitivas, «mis vecinos dicen que no se van a ir de vacaciones, que tienen miedo».

«Tenemos que movilizarnos. La gente no va a venir a vivir aquí si ocurre esto cada semana. El ayuntamiento tiene que saberlo para que ponga medidas», explica. Ha hablado con abogados y vecinos que conocen de la materia, dice que en Bollullos o Umbrete sí se ponen serios con quien ocupa una vivienda, pero siente que su Ayuntamiento «no hace nada». «Si ven que los vecinos nos movilizamos, seguro que se ponen las pilas».

A Teresa le espera una singular romería de verano: Ayuntamiento, Endesa, Guardia Civil, Policía Local, registro de la propiedad, Aljarafesa, los juzgados de Coria, abogados… quiere recuperar la casa que compró para sus hijos y quiere que en su pueblo la gente pueda vivir con tranquilidad.


Click para ver el vídeo de la ocupación

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