Imagen de la zona afectada en Aznalcóllar por el vertido de la mina / Wikipedia
Imagen de la zona afectada en Aznalcóllar por el vertido de la mina / Wikipedia

El último capítulo del desastre de la mina de Aznalcóllar tendrá lugar en julio de 2023. Tras la negativa de la empresa sueca Boliden a abonar los casi 90 millones de euros que le reclama la Junta de Andalucía por los gastos realizados por la Administración para la recuperación medioambiental de la zona, el Juzgado de Primera Instancia número once de Sevilla ha fijado el juicio para los días 4, 6, 11, 13, 18 y 20 de julio de 2023.

Este jueves tuvo lugar la vista previa por la última demanda de la Junta de Andalucía interpuesta a Boliden. La firma nórdica, a pesar de reconocer y sentir «profundamente» la hecatombe medioambiental, se ha negado a abonar los 89,9 euros en concepto de limpieza y recuperación del hábitat, fauna y flora.

Según la empresa sueca, no hay obligación de compensar a la Junta de Andalucía por los trabajos de recuperación ambiental ya que «la propia Junta autorizó el recrecimiento de la balsa que se vertió».

En esta línea, Boliden pone como ejemplo algunos gastos no imputables como el de la creación del Corredor Verde del Guadiamar. Ante la falta de acuerdo, la Administración irá a juicio después de 25 años de la catástrofe medioambiental de la mina.

La catástrofe de la mina de Aznalcóllar

El 25 de abril de 1998 se produjo la mayor catástrofe ambiental ocurrida en Andalucía, provocada por la rotura de la balsa de residuos tóxicos que la minera sueca Boliden tenía en Aznalcóllar. El vertido provocado inundó la cuenca del Guadiamar y el Espacio Natural Doñana con seis Hectómetros cúbicos de lodos altamente tóxicos. La recogida de los lodos y la restauración del área afectada corrió a cargo de la administración y costó aproximadamente 200 millones.

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