Los bomberos del Aljarafe se erigen como los nuevos protagonistas de esta segunda fase de la pandemia en nuestra comarca. Ellos no querían sufrir el confinamiento de sus efectivos, pero ya lo han superado. Ellos tampoco querían que el primer rebrote en una residencia de ancianos de la provincia fuera junto a su parque en Mairena, pero ahí han estado apoyando desde su torre y sus camiones. Ellos no querrían tener que desinfectar un centro Mater et Magistra desangelado y vacío, pero hoy ya lo han dejado disponible para volver a llenarlo de vida.

Ellos no querían ser los protagonistas pero lo están siendo representando el orgullo y vivo ejemplo del buen aljarafeño.

El pasado 27 de agosto reabría el parque de bomberos de Santiponce tras una quincena de confinamiento de la mitad de su plantilla al haberse identificado dos positivos PCR de bomberos del cuerpo. Temían que no pudieran prestar el servicio si seguían confinando a más miembros de sus equipos, pero lograron superar la crisis y los ciudadanos de la comarca se han visto socorridos por ellos cada ocasión que así lo han requerido.




Dos días después, el coronavirus llamaba en la puerta de al lado del parque de bomberos de Mairena: la residencia de mayores Vitalia activaba el protocolo anti-covi19 por identificarse un positivo PCR. Desde entonces los mayores residentes y trabajadores combaten la enfermedad y los contagios ya se han llevado la vida de dos personas.

Los bomberos, desde la torre de su parque colgaron la pancarta «Sois nuestros héroes» con un corazón gigante para que los confinados de la residencia vean que el Aljarafe y sus bomberos están de su lado. Y para quienes no alcancen a ver la torre, porque sus ventanas no dan a ella o simplemente las fuerzas les fallen para poder asomarse, cada día a las 20h horas hacen sonar sus sirenas y aplauden para honrarles y animarles en su dura batalla.

Padecieron, apoyaron y ahora combaten al coronavirus en primera línea de batalla en el centro de atención especial Mater et Magistra. Este jueves abandonaban el centro los únicos cinco residentes sanos. Salían ellos para que los bomberos entraran y así pudieran desinfectar y limpiar las instalaciones. Hoy han acabado su misión y el centro se encuentra disponible para que vuelva a llenarse de vida.

La enfermedad ha causado ya dos víctimas en este centro, que ha visto como una treintena de sus residentes eran ingresados en el hospital. Según se vayan curando, podrán volver a Mater et Magistra junto a sus cuidadores gracias a la desinfección del centro a manos de quienes representan el orgullo y ejemplo aljarafeño, los bomberos, que si ya lo sabíamos, ahora ya lo recordaremos para siempre: no solo apagan fuegos.

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