Dos positivos por coronavirus y una sensación de «abandono» entre los bomberos del Aljarafe ponen en peligro este servicio básico de emergencias. En la mañana de este miércoles uno de los bomberos padecía síntomas por lo que decidió no acudir a trabajar al parque de Mairena. Tras confirmar su positivo ese mismo día, otros cinco compañeros que tuvieron contacto estrecho con él se encontraban en esos momentos trabajando junto a otros tres bomberos. La posibilidad de una cadena de contagios hacía saltar todas las alarmas, pero la ausencia de órdenes para hacer compatible la operatividad del servicio y los confinamientos dejaron el parque de bomberos en una situación de bloqueo.
Los bomberos explican a AljarafeDigital que desde esa mañana se conocía el positivo y «ni de Jefatura, ni Administración, ni del Servicio de Prevención se tomó medida alguna para aislar o intentar evitar más contagios». Ante «la falta de interés», uno de los cinco bomberos acudió a un centro privado para hacerse las pruebas dando como resultado positivo por Sars Cov 2.
En total dos positivos y nueve contactos estrechos; en la mañana de este viernes los bomberos aseguran que nadie desde la Mancomunidad se ha puesto en contacto con ellos. El miedo reside en que, de confirmarse una mayor presencia del virus en el parque, podría poner en peligro el servicio: «Imaginen el rescate de un ascensor, o en el interior de un coche accidentado, o en una apertura forzosa de puerta. Siniestros que se nos dan todas las semanas», explican.
No es la primera vez que el Covid-19 golpea a los bomberos del Aljarafe. En el inicio de la segunda ola el pasado agosto se vieron obligados a cerrar el parque de Santiponce por el confinamiento de una veintena de profesionales. «La movilidad entre ambos parques no se ha parado, por lo que el bicho puede ir de un lado a otro sin problemas», añaden.
Desde la plantilla del parque vienen denunciando la falta de mascarillas FFP2 y las «precarias e insalubres instalaciones por la que es imposible mantener la distancia de seguridad en las guardias de 24 hora» por lo que es más sencillo que el parque se convierta en «un foco infeccioso» donde «nadie hace nada», manifiestan.