La presidenta del PP de Sevilla Virginia Pérez, junto a los alcaldes populares del Aljarafe.
La presidenta del PP de Sevilla Virginia Pérez, junto a los alcaldes populares del Aljarafe.




El crudo combate interno del Partido Popular de Sevilla que militantes y ciudadanos han vislumbrado con mirada atónita durante los dos últimos meses, es de una crucial importancia para el devenir de las alcaldías y proyectos municipales en el Aljarafe y la provincia. La ganadora de este congreso será la encargada de elegir las candidaturas a las alcaldías en las elecciones de 2023.

El comité organizador del XV congreso provincial del PP de Sevilla, cuya votación fue celebrada ayer sábado con las candidaturas de Virginia Pérez a la reelección como presidenta y la opción alternativa que encabeza el alcalde de Carmona, Juan Ávila, ha declarado como resultado provisional de la votación 1.176 sufragios a favor de la candidatura de Virginia Pérez y 742 a favor de la de Juan Ávila.

En nuestra comarca hay cuatro de las once alcaldías del Partido Popular en la provincia: Tomares, Pilas, Villanueva del Ariscal y Huévar del Aljarafe. Los posicionamientos de dos de los regidores populares a favor de Juan Ávila fue totalmente explícita, no así de aquellos que están del lado de la ganadora Virginia Pérez. Cabe recordar, por si algún lector o lectora aún no lo conoce, que el alcalde de Carmona, Juan Ávila, era el candidato tutelado por Juan Manuel Moreno Bonilla, y su oponente, la favorita de la dirección estatal de Pablo Casado.

El pasado 4 de marzo, el alcalde de Pilas José Leocadio Ortega, y el de Villanueva del Ariscal, Martín Torres Castro, dieron su apoyo a Juan Ávila en un encuentro celebrado en Carmona. Juntos posaron con otros cuatro alcaldes sevillanos para arropar su candidatura, demostrando contar con la mayoría de apoyos de gobiernos municipales de la provincia.

Este movimiento debilita los proyectos de Ortega y Torres Castro, que tendrán que buscar el amparo de la dirección andaluza para que contrarreste el poder provincial y «digital» de Virginia Pérez, y así dar continuidad a sus liderazgos en las papeletas azules en las próximas elecciones municipales.




La alcaldía de Pilas es muy sólida con José Leocadio Ortega al frente, quien arrasó en 2019 logrando once de los 17 concejales, sin dejar un solo escaño a sus competidores del flanco derecho: VOX logró solo el 2,86% de los votos; el PP 63,51%.

Martín Torres Castro logró revalidar la alcaldía de Villanueva tras lograr un concejal más que el PSOE en una corporación que volvió al bipartidismo, pues ni los votos de Adelante, Ciudadanos y VOX juntos representaron al 5% de los electores.

Puesta en duda la neutralidad de los «alcaldes de Génova»

Del lado de la ganadora Virginia Pérez están el alcalde de Tomares y la alcaldesa de Huévar del Aljarafe, aunque con un apoyo menos explícito por la peculiaridad de los roles que ambos han representado en este proceso.

El tomareño José Luis Sanz fue propuesto in extremis por Génova para que fuera el candidato de consenso ante el recrudecimiento de la disputa interna. Esta carta sacada de la manga de Pablo Casado y Teodoro García Egea no tuvo mucho recorrido al estar claramente marcada por una de las partes. Los de Moreno Bonilla no reconocieron el pretendido «consenso» de la operación y acusaron a Génova de utilizar a Sanz y menospreciar a Virginia Pérez.

La propuesta sirvió para destapar la voluntad de José Luis Sanz, uno de los líderes más importantes del PP andaluz, de optar a la alcaldía de Sevilla capital. La candidatura al Ayuntamiento de Sevilla es elegida por la dirección nacional y no por el provincial según los estatutos del partido.




La alcaldesa de Huévar del Aljarafe, por su parte, era la presidenta del comité organizador de este mismo congreso, el cual ha sido señalado por la candidatura de Juan Ávila de acometer irregularidades en favor de Virginia Pérez. La estima de María Eugenia Moreno por la ganadora del congreso es conocida por todos, y el sentido de su voto particular no contempla dudas. Sin embargo queda a la opinión de los militantes populares si las acusaciones del alcalde de Carmona sobre el papel orgánico de la regidora de Huévar han favorecido o no a una de los dos candidaturas.

Regularización de militantes express en Espartinas y Bormujos

Otra de las refriegas importantes de esta batalla tuvo su epicentro en el Aljarafe. Juan Ávila acusó la regularización masiva de centenares de afiliados de Espartinas, Bormujos o Tomares con el pago único de 20 euros para así poder participar en las primarias, exonerando el abono de las anualidades anteriores insatisfechas.

Bormujos, controlado por Luis Paniagua, hombre cercano de Virginia Pérez, ha sido uno de los estrategas de la campaña de la flamante presidenta provincial del PP. Espartinas, liderada por María Helena Romero, concejala y diputada provincial, también es uno de los grandes apoyos de Pérez en el aparato sevillano.

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