Francisco Molina (PSOE) y Lola Romero (PP).
Francisco Molina (PSOE) y Lola Romero (PP).




Tarde tensa en el pleno del Ayuntamiento de Bormujos donde el Partido Popular pedía la dimisión del alcalde, Francisco Molina, por ser llamado a juicio oral ante posible prevaricación por la construcción de una nave municipal en contra de los informes de los técnicos.

La moción finalmente no ha salido adelante y solo VOX y PP han votado a favor de la misma. Ciudadanos, socio de gobierno del PSOE, se ha abstenido; PSOE, Adelante y el concejal no adscrito han votado en contra. Un respaldo mayoritario al alcalde, con nueve votos frente a siete, que refuerza su continuidad tras dos semanas de crisis.

Además, al inicio de la presentación de la moción, el alcalde Francisco Molina ha pedido que los populares se retracten del contenido de la moción donde acusan a su persona y a la concejala María del Carmen Garfia de delitos de corrupción y tráfico de influencias. Al no retirar sus manifestaciones los concejales de la oposición, el primer edil ha informado que presentará una querella criminal contra ellos por delitos de injurias y calumnias.

La moción la han defendido Lola Romero y Luis Paniagua, que antes del debate han rechazado la enmienda de la concejala de Adelante Podemos Bormujos, Yesyca Sposati, de incluir la petición de dimisión de los concejales ya condenados en firme como es el caso de Paniagua.




En la defensa de la petición de dimisión, Lola Romero ha asegurado que el «rosario de despropósitos y esperpentos» del alcalde suponen una mancha a la «honorabilidad» de Bormujos. El concejal Paniagua, por su parte, ha asegurado que el alcalde se «ha escondido detrás de un plasma» en una concatenación de hechos que ni el propio «Berlanga en sus mejores tiempos» hubiera imaginado: «¿Usted se piensa que los bormujeros son tontos?», se preguntaba de forma reiterada el popular.

La posibilidad de éxito de la moción de censura cada vez más lejana

Ciudadanos, a través de su portavoz y Teniente Alcalde Manuel Romero, ha pedido que la corporación se dedique a centrar su «tiempo y esfuerzo» en la «gestión de los recursos públicos para frenar la tercera ola». Su posición era la más delicada al ostentar la llave que podría sacar a Francisco Molina de la alcaldía en una futurible moción de censura que ahora queda un poco más lejos tras la abstención naranja.




«Yo le he pedido al alcalde que se aparte para que deje de ser el foco mediático y nos podamos poner a trabajar«, ha asegurado Manuel Romero tras pedir en numerosas ocasiones responsabilidad.

Francisco Molina ha vuelto a insistir en el «acoso y derribo» que sufre desde el Partido Popular con el «único objetivo de celebrar una moción de censura». Tras el pleno, el alcalde ha asegurado que el propio pleno de la corporación «ha puesto cada cosa en su sitio» tras votar negativamente a su petición de dimisión.

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